Imagínate caminando por un prado tranquilo, rodeado de la serenidad de la naturaleza. A lo lejos, ves una planta alta y esbelta, con ramas delgadas y diminutas hojas que se asemejan a las crines de un caballo. Esa es la cola de caballo, también conocida como Equisetum arvense, una hierba perenne que ha sido valorada por sus propiedades medicinales durante siglos.

Pero, ¿por qué se llama cola de caballo? La respuesta está en su apariencia. Sus tallos verticales y articulados se asemejan a la cola de un caballo, y de ahí proviene su peculiar nombre. Pero más allá de su aspecto, la cola de caballo es una verdadera maravilla herbal.

Esta infusión es una fuente natural de minerales esenciales, como el silicio, potasio y magnesio, contribuyen a fortalecer el cabello, las uñas y los huesos, por lo que la cola de caballo se ha convertido en un aliado para aquellos que buscan mejorar su salud ósea y la apariencia de su cabello.

Pero eso no es todo. La cola de caballo también es conocida por sus propiedades diuréticas, lo que la convierte en una excelente opción para ayudar a eliminar toxinas del cuerpo y prevenir la retención de líquidos.